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Belém, 10 de noviembre de 2025 – En el primer día de la COP 30, realizada en Belém, el Observatorio Regional Amazónico de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (ORA/OTCA) organizó un panel sobre los tipping points en la Amazonía. El evento, coordinado por Arnaldo Carneiro, reunió a tres especialistas en cambio climático y ecosistemas amazónicos: Paulo Artaxo (USP), José Marengo (INPE/CEMADEN) y Marielos Peña-Claros (Universidad de Wageningen y copresidenta del Panel Científico para la Amazonía).

Paulo Artaxo abrió el panel presentando datos preocupantes sobre el calentamiento global, destacando que 2024 registró temperaturas sin precedentes. El investigador de la USP explicó que la Amazonía se acerca peligrosamente a un tipping point. Estudios muestran que un calentamiento de 4°C o una deforestación del 40% del área total podría provocar una transformación irreversible de selva tropical a sabana, especialmente en las regiones oriental y sudeste de la Amazonía.

Artaxo presentó datos de la plataforma MapBiomas que revelan que, en 2024, Brasil tuvo emisiones netas de 250 millones de toneladas de CO₂ equivalente, de las cuales el 98% provino de la deforestación. El científico alertó sobre el “efecto dominó” del cambio climático y destacó la importancia de MapBiomas Atmósfera como herramienta para el monitoreo integrado de datos meteorológicos, contaminantes y gases de efecto invernadero desde 1985.

José Marengo, del CEMADEN, profundizó la discusión sobre las causas y consecuencias de los tipping points. El investigador mostró que la Amazonía enfrentó años consecutivos de sequías intensas vinculadas a El Niño y al calentamiento del Atlántico Tropical Norte (2005, 2010, 2015-16, 2023-24), períodos en los que partes del bosque, especialmente en el este, dejaron de absorber CO₂ y pasaron a emitirlo.

«La selva amazónica se acerca a umbrales ecológicos críticos debido a la interacción entre el cambio climático y el uso del suelo, con riesgos de transformación a gran escala ya en el rango de 1,5–2°C de calentamiento global», advirtió Marengo. El científico enfatizó que los puntos de no retorno sociales negativos ya están en marcha, con desplazamiento poblacional, impactos en la salud y erosión cultural que afectan especialmente a pueblos indígenas y comunidades tradicionales.

Marengo destacó que las medidas actuales de mitigación climática son insuficientes y defendió una estrategia integrada que acelere la transición energética, combata la deforestación e implemente una gobernanza preventiva y sistémica.

Marielos Peña-Claros cerró el panel con un análisis amplio de los impactos socioambientales y presentó las recomendaciones del Panel Científico para la Amazonía. La investigadora señaló que los incendios forestales son responsables de aproximadamente 16.800 muertes anuales debido a la contaminación del aire, mientras que las sequías amenazan la seguridad hídrica y alimentaria y la salud pública de millones de personas.

«Las amenazas son múltiples e interconectadas. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la deforestación afectan de manera desigual a las poblaciones amazónicas», explicó Peña-Claros. La científica alertó que la pérdida de la Amazonía tendría efectos en cascada a escala global, incluyendo la reducción de las lluvias en América del Sur, riesgos para la seguridad alimentaria y energética, y emisiones masivas de carbono que acelerarían aún más el calentamiento global.

Peña-Claros presentó cinco recomendaciones clave del Panel Científico para la Amazonía: conservar y restaurar la conectividad ecológica y sociocultural de la región; apoyar a los pueblos indígenas y comunidades locales en la protección del bosque y en la mitigación climática; promover condiciones que fortalezcan las sociobioeconomías; fomentar la colaboración transfronteriza para gestionar recursos compartidos y combatir economías ilegales; y crear mecanismos financieros de gran escala para la conservación y restauración de bosques y ríos.

El consenso entre los tres especialistas convergió en la advertencia de que el tiempo para evitar los tipping points se está agotando rápidamente. Con el calentamiento global alcanzando niveles críticos y la Amazonía bajo presión creciente por la deforestación y el cambio climático, acciones inmediatas e integradas son esenciales para preservar no solo el bosque, sino también las comunidades que dependen de él y el equilibrio climático global.

Por último, los especialistas reafirmaron que la protección de la Amazonía no es solo una cuestión regional, sino una prioridad global para evitar consecuencias climáticas irreversibles.